El Puente de Hierro
Desde crió, llevo pasando parte de los veranos en Samboal, www.samboal.es un pequeño pueblo de Segovia que para mi, tiene todo lo necesario para disfrutar del concepto de vacaciones que como dice Merce Conangla, www.ecologiaemocional.com son tiempo de vaciar, Verano... Vacaciones... viene de vacuum = vació. El tiempo vacío es para las personas libres. Es preciso parar. Parar y vaciarnos de lo que es superfluo, de lo que ocupa espacio físico y mental, de lo feo, de lo contaminante, de lo que nos lastra y no nos deja avanzar. Para y hacer balance de lo que queremos integrar, de lo que vale la pena, de lo que queremos continuar mejorando.
Vaciarnos para poder abrirnos a todo lo bello, noble, bueno y amoroso que nos regala la vida y que a veces por ir demasiado cargados dejamos de ver y valorar.
Quizás sea bueno dejar que estas palabras pasen a la acción y de manera domestica, paso el mayor numero de días que puedo en Samboal, ya que como antes he dicho me permite gran parte de las cosas que necesito; por un lado el compartir con mi familia, mis padres, mi hermano, mesa, mantel, discusiones, encuentros, desencuentros, calores, frescas noches de verano y darme cuenta del micro universo que suponen Samboal. Quizás en tu caso existe otro “Samboal” donde puedas disfrutar de la naturaleza, de los baños de sol, junto a un rió que cada año trae menos agua. De un cielo estrellado, y un suelo con polvo y paja de los pocos agricultores que todavía quedan.
Las vacaciones, además de vaciarnos, permiten llenarnos de un combustible súper que si sabemos dosificar nos resultara muy útil en el trayecto del año, que en contra de lo que muchos dicen, para mi empieza en Septiembre.
Todos los años, antes de que acabara el verano cogia la bici y me paseaba u despedía por todos aquellos sitios, en los que durante el verano había disfrutado. Uno de ellos era El Puente de Hierro, un paraje junto al río Piron, que disponía de un merendero regentado por Terencio y sus dos hijos, Javi y Rober, donde asaban Parros, una especie de Patos de corra que acompañaban con tomates y lechugas de los Roturos* www.merenderoterencio.es
Allí, nos bañábamos, jugábamos a las cartas, reíamos y contábamos batallas que hoy nos sirven para recordar lo que fuimos. Las cosas, claro esta han cambiado; Terencio, dejo su negocio a Rober, el puente ya no es de Hierro y o que no se ha perdido y mantienen, son los baños en un río que cada vez trae menos agua y las risas y batallas que cada uno cuenta.
Hoy día sigo haciendo esa ruta de despedida del verano, e intento inculcar a mis hijas de esas despedidas, por que creo que el recuerdo si es autentico y real, no hará falta que lo grabemos ni filmemos en nosotros. Permanecerá, ya no solo por lo complejo que resulta nuestro cerebro con sus partes, sino por que allí “VIVIMOS ALGO”
Buscar en cada cosa que hacemos un sentido y una razón, nos mantendrá al menos entretenidos en ver y plantearnos el por que de las cosas que nos ocurren. Puedes pensar que me estoy volviendo muy filosófico, pero en estos párrafos esta el ejercicio. Algunos habrán desistido y no acabaran la página y tú sin embargo estas aquí, para ver que dice este tipo que te habla con palabras escritas. Pues bien…permíteme que recurra a una de las citas mas citadas de Goethe cuando dijo: “ No es hacer lo que nos gusta, sino que nos guste lo que hacemos, lo que convierte nuestra vida en una VIDA”
Que sea posible disfrutar de cada uno de los minutos y segundo que vivimos, en una gran parte, depende solo de nosotros, de ti y de mí. Ahora estoy contento escribiendo esto e imaginado que algún día alguien como tu lo estará leyendo y volcar y compartir esto, te hará, sino mas feliz, al menos estar algo mas contento. Es posible, siii y depende de ti. No mires para otro lado, mira dentro.
Somos física y química y más en esta sociedad donde las enfermedades son mayoritariamente neurológicas.
La ciencia dice que la felicidad es un mecanismo bioquimico donde nuestro cerebro relaciona palabrejas como la dopamina, beta endorfinas, serotonina y más palabras difíciles de pronunciar. Y si la dopamina, responde a estímulos placenteros, y las beta endorfinas nos quitan el dolor y nos producen bienestar, la serotonina regula nuestro sentido del humor, las moléculas de la felicidad siempre si tenemos una actitud optimista y positiva de las cosas, nos protegerán y ejercerán influencias beneficiosas, que potenciaran nuestro sistema inmunológico, reduciendo la fatiga, la presión sanguínea y la tensión muscular.
Resumiendo el querer que sea posible lo que queremos hacer, nos dará un altísimo nivel de satisfacción, que nos permitirá conseguir aquellos propósitos que nos planteamos, en definitiva hacer posible, que se posible.
*Roturos: Paraje de huertas en Samboal , Segovia.
jabiercalle.blogspot.com
martes, 24 de agosto de 2010
El Puente de Hierro
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