Camion de madera Alayo. Que nos dijeron que funciona, originalmente cargada por LaVisitaComunicacion.
DESDE DERIO hasta AMOREBIETA a pie y con buen tiempo
No voy a descubrir las ventajas y beneficios de caminar, pero créeme si te cuento que no lo hago por esa parte saludable que tiene; pero si quieres averiguar…dios poderoso google puede darte un buen puñado de razones, aunque lo mejor sea que encuentres las tuyas propias. Puedo expresar aquí las mías, que como te decía no son por la salud física, sino por la liberación mental y lo agradable para los sentidos que me resulta… desde el olfato, incluso cuando paso por zonas ganaderas, pasando por la vista, el oído y los sonidos que el camino me ofrece, incluso a veces con sus silencios… una gozada pasear.
Además tenemos el privilegio que Vizcaya posee unos parajes, que en si, son un autentico espectáculo, el más bello y natural, como es el espectáculo de la naturaleza.
Pues con todo ese guiso y argumentaría que he expuesto, el pasado sábado nos fuimos desde Derio hasta Amorebieta, el Sr. Txema Bilbao, Don Paulino Eguia, y un servidor que agradeciendo la invitación y escuchando con detalle las explicaciones de Paulino y sus setenta y algún año iban narrando según salimos de Derio.
Enseguida nos encontramos con algún pequeño repecho que nos conducía hasta Geldo y sus vistas de la zona. Paulino conoce bien el camino por que durante más de cuatro años ha sido el encargado de organizar la carrera ciclista de la zona y le ha tocado “in situ” palpar los caminos.
Llevamos las mochilas cargadas porque un par de botellas de Txakoli, una buena hogaza de Pan y diversos embutidos de delicatesen serán el aperitivo que hagamos en donde más nos convenga.
Hemos pasado por Nogales, Castaños y una gran variedad de vegetación y flora como esta que sale en la foto y fruto del roció mañanero agacha su encanto a nuestro paso.
Bastón en mano y con pantalón corto por la temperatura tan agradable que disfrutamos, seguimos ascendiendo. Una antigua subestación de luz, nos recuerda la torre de Pisa, ya que parece como la flor que se inclina a nuestro paso. Tanto engreimiento es fruto de nuestra fantasía continua, por el paisaje y el camino que transitamos. Es fácil imaginar y fantasear con todo el encanto.
Ahora un rosa intenso de estas flores nos para para “sacar” la foto y mas adelante vemos las marcas en el suelo de las Herri Porbak que se celebran junto a las antiguas escuelas en lo alto de Geldo. Aquí sale a la conversación Canon y su restaurante al que casi vemos desde aquí arriba… La vista es preciosa…cielo, nubes, arboles verdes, otros más claritos y la gama cromática de tonalidades y pigmentos es maravillosa.
Un caserío que podrías ser de indianos por poseer una palmera en su entrada y muchos colores en su ornamentación, alegra más la vista, para unos metros mas allá, oscurecer el paisaje al meternos en un túnel de vegetación y pista de barro. Esta aclara con mucha luz y contraste al llegar a la Urbanización de La Bilbaína que nos recibe con sus adosados y campo de Golf.
Seguimos hablando de una cosa y de otra, sin apenas silencios y unas veces haba Txema, otras Paulino y sin perder ritmo caminamos al más puro estilo de los que no tienen prisa por llegar a ningún lado….esto sí que es lujo y no las cosas materiales de las que nos rodeamos. (No lo digo porque estemos paseando por La Bilbaína, que me muero de envidia por tener una casa con jardín)
Me adelanto unos metros para fotografiar a Txema y Paulino y un arco de vegetación que les enmarca en una foto con contraluz y les hace ser unos “iluminados” o por lo menos para mí lo son, por que me van ilustrando el camino.
Ahora nos hemos parado ah observar la huella de…. La huella de un Jabalí, dice Txema que es cazador y pescador.- Esta noche ha pasado el Jabalí por aquí y ha bajado por la posición de la huella. Ante tanta sabiduría de la naturaleza, un urbanita como yo, solo puede escuchar.
El camino, se embarra, los charcos los sorteamos y en medio del camino nos encontramos con una plantación de trigo….siii, en medio del camino…¡trigo! ¿Cómo habrá llegado hasta aquí?
Hablando de campo, monte y flechas, nos encontramos con las indicaciones de las zonas de caza y Txema nos explica como en octubre al paso de las aves, en determinadas zonas se otorgan puestos para cazar. Paulino nos habla de la “liga” una manera de coger gorriones que se prohibió y consistía en utilizar el acebo con agua. Esta mezcla hacia una especie de silicona que al posar el pájaro en cuestión, quedaba atrapado.
Paulino conoce bien la zona, porque durante mucho tiempo fue la persona que suministraba de pan a todos los caseríos de la zona que va desde Amorebieta, pasando por Lezama, Derio, Zamudio y lugares próximos.
Hemos subido y bajado, y la hora hace que junto al monumento de los caídos y encima de una trinchera donde antaño, allá por la guerra, en la época del cinturón de Hierro se situaban las ametralladoras y la artillería….decidamos hacer la Guerra al hambre… y nos pegamos un almuerzo de los de toma pan y moja; dos botellas de Txakoli, Queso de no sé donde, pero riquísimo, chorizo de dos razas pero sabroso sin distinción, unas sardinillas, pero sobre todo…una compañía y un entorno súper-agradable.
Por eso digo que muchas veces, no camino por todos esos beneficios cardiovasculares y demás que tiene el andar…sino por la oxigenación mental que cada paso que doy me supone. Un lujo como decía antes. Esta mesa sin mantel, no tiene nada que envidiar a las estrellas, a lo michelines, ni tenedores que posan en las entradas de los grandes restaurantes… No cuesta mucho, pero hay gente que solo tiene dinero. (Suena muy rebelde esta frase, pero intentar explicar que la gran mayoría de las cosas que nos hacen felices, no se pueden comprar con dinero…¿Cómo se hace?)
Acabado el almuerzo, seguimos las indicaciones de Paulino y como su fama le sigue, al cruzarnos con un ciclista, sale el grito de…¡Aúpa Eguia! Y Paulino, devuelve con una sonrisa y muchas satisfacciones.
Pasamos por caseríos que Paulino reconoce y nos cuenta la historia de las personas que vivían y que fue de sus vidas. Lo narra con pasión y entretenimiento, haciendo de su conversación algo divertido y casi con intriga por ver como lo relata.
Hemos dejado un par de caseríos bonitos y más bonitos sus historias contadas por Paulino…
Porque el camión de Maderas Alaio, que sale en la foto, nos dicen los lugareños que todavía funciona. Alaio además de ser núcleo urbano es el apellido de un ilustre de la zona que Eguia nos recuerda. Como también lo hace, la buena mujer de la que no recuerdo el nombre ni el pueblo y al ver a Paulino reconoció y recordó, repasando nombres de familiares y amigos.
Hemos dejado también atrás innumerables fresas salvajes que crecen por las cunetas de los caminos que vamos caminando….
Ahora caminamos junto a un rio y ríe Txema por las truchas que ve desde la orilla…no se qué rio será pero es sin duda uno de los que más truchas tenga de Vizcaya. El paseo que nos estamos dando, es una gozada y el tiempo encima acompaña, así da gusto…
Llegamos a Larrea y con los calores entramos en el Bar Larrako y como no….a Paulino comienza a saludarle un montón de gente. Recoger el cariño y saludo de la gente, es maravilloso.
Nos queda poco para llegar hasta Amorebieta y bordeando un parque entramos hasta el mismo centro donde esta esa estatua de Nagel que no me gusta nada, si discutir la calidad artística del autor y su obra.
En espera del autobús que nos llevara hasta Bilbao, nos sentamos en la terraza del EdurneMendi para disfrutar de los beneficios de la sombra que también los tiene.
El trayecto en autobús es rápido y casi en 20 minutos llegamos a Bilbao, donde un señor vestido de escocés me desata otra sonrisa….
Me lo pase muy bien, me reí, comí, hable, pero sobre todo….disfrute y encima me ha dicho que esto de andar tiene beneficios…gracias
www.jabiercalle.com
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