Kellie Stewart es una joven irlandesa de Banbridge que durante estos días está disfrutando de los encantos Guipuzcoanos. Ha venido en calidad e Aupair y aunque su castellano es torpón y escaso, no es impedimento para entendernos.
Le gusta caminar y ha decidido acompañarme en la ruta que tenia prevista hace tiempo, cuando me propuse hacer el Camino de Santiago por tierras Guipuzcoanas. Son cuatro etapas; Irún-Donostia, Donostia-Zarautz, Zarautz- Deba y Deba- Makina-Xemein. La tercera la había realizado varias veces, pero sin llegar hasta Deba de ahí que nuestro objetivo era llegar a allí.
Con Kellie, la conversación va de menos a más y perdiendo la timidez de quien nos sabe expresarse bien fuimos caminando y hablando.
Descender por Artadi hasta Zumaia incluye muchas posibilidades; desde el Caserío Basakarte hasta la Casa Rural de la conocida actriz Elena Irureta cuyo nombre es Landarte. Una vez en el pueblo y pasando por el Puerto Deportivo y el restaurante Marina Berri, regentado por Mikel ( no recuerdo ahora su apellido )que durante muchos años fuera el segundo del televisivo Karlos Argiñano, hoy dirige no solo el Marina Berri, sino también la sidrería Algorri con unas excelentes croquetas y ahora especializado en Bodas.
Dejamos el puerto y cruzando un renovado puente llegamos al núcleo de Zumaia donde todavía la actividad es escasa. Ascendemos por sus calles y ante una fuente colorida y un reloj de sol, nos hacemos una foto. Kellie marca un ritmo rápido y sus veintitrés añitos la dan un vigor que me deja rezagado. Seguimos ascendiendo por el cementerio y la ermita de Arritokieta…vamos ganando altura y descubriendo unas vistas espectaculares de Zumaia y sus playas. También se dejan ver sus verdes prados y tierras de cultivo donde predominan los tomates, las berenjenas, los pimientos y lechugas varias que tamizan con diferentes gamas cromáticas un verde muy esperanzador.
Al poco y tras un repecho llegamos a Elorriaga, una zona de recreo donde las vacas son las dueñas y estos columpios huérfanos de niños, languidecen sin balanceo.
Kellie me cuenta que es católica y en Irlanda son muchos los protestantes que muestran sus diferencias de diferentes formas; unas más radicales que otras. Las costumbres y hábitos de Irlanda son ahora el tema de conversación y llegando a Santuaran el calor aprieta aunque el sol este escondido. Divisamos desde aquí el alto de Itziar y el camino nos devuelve a la Nacional 634 que sin apenas arcén, se nos ofrece peligrosa. Es curioso como el peligro tiene algo de atracción, pero por esta vez lo dejamos pronto y volvemos a un camino que nos hace sentirnos más caminantes.
Llegamos hasta le Alto de Itziar y unos pasos más…en Itziar donde Kellie al ver una Iglesia, entra se santigua y reza un poco. Justo al lado de la iglesia decidimos hacer una parada y comer la fruta que nos avituallara. Mientras le cuento que esas piedras que hay tan grandes son para el arrastre de bueyes y sin hacer más comentarios las mira y se fija.
Seguimos la ruta dejando el núcleo urbano de Itziar por un camino pavimentado y comenzamos a descender. Se suele decir que cuesta más bajar que subir, o mejor dicho…te cansas mas, por que se articulan unos músculos que habitualmente no se ejercitan. Llevamos cerca de doce kilómetros andados, pero estamos cansados.
Hemos llegado a Deba dejando la Ermita de San Roque que siempre tiene algún templo en cualquier lugar del mundo y lo curioso de esta etapa es el trayecto que marca el camino de bajar por un par de ascensores que en Deba han instalado para dejarnos en plena plaza con sus terrazas y toda su vida.
Satisfechos por lo andado y con un breve paseo por Deba cogemos el tren de regreso que en apenas unos minuto nos devolverá a Zumaia.
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lunes, 1 de agosto de 2011
desde ARTADI hasta DEBA
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