Sin duda comer es uno de los mayores placeres que el
ser humano, en sociedades desarrolladas puede disfrutar. Si a este placer le
sumas un buen entorno; una terracita, con buena temperatura, la cosa sube
puntos. Si además quienes te acompañan en la mesa, son personas cultivadas y
con conversación amena y reflexiva, esto coge mucho color. Pero además, si el producto
o comida en sí, son de categoría y son servidos con gracia y amabilidad, se
producen circunstancias como las de ayer en Frentealagua, donde tuve el placer
de comer con los actores, Eloy Arenas y Cesar Camino que durante estos días siguen
haciendo reír con Burundanga, una función muy divertida que produce también buenas
sensaciones en el estomago, no en vano, Cesar Camino hace de cocinero en la función.
Unas vainas con jamón que sabor y gusto, esas
carrilleras que tiernas y jugosas, se deslizaban por la boca, despacio, sin
atropellos, como la conversación que manteníamos.
Hablar con actores, no solo es hablar de teatro, ni de
cine… es hablar de vida, de inquietudes, de proyectos… es hablar por el mero
placer de hablar para comunicar y trasmitir inquietudes, anhelos y
experiencias.
La comida fue una delicia por lo sabroso de la comida,
lo amble del trato (Fernando y Eduardo, camareros de Frentealagua) y la hospitalidad
de Javier Castro, propietario del local
que vino a saludarnos.
Eloy está preparando la salida de un nuevo libro sobre
Richy Castellanos, que promete ser curioso por la capacidad de relación de este
madrileño. “El hombre que susurraba a los famosos” y no hay famoso que se
precie si no conoce a Richy.
Los postres y la sobremesa, dieron paso a los buenos propósitos,
ya que siguen gira con esta función por diversos sitios de la geografía española.
Nos despedimos sin un “adiós” sino con una “Hasta
Pronto” que será en breve….seguro.
@jabiercalle
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